tag:blogger.com,1999:blog-7786986.post5810011121480924809..comments2023-08-20T16:27:37.162+02:00Comments on museu del rock: diari d'un crític fracassat: malgrat tot, chapeau per la Carlamiquel botellahttp://www.blogger.com/profile/08225131528760700357noreply@blogger.comBlogger2125tag:blogger.com,1999:blog-7786986.post-40264060579563674052008-07-15T21:32:00.000+02:002008-07-15T21:32:00.000+02:00si són pijes com aquestes, sí, és clar.si són pijes com aquestes, sí, és clar.miquel botellahttps://www.blogger.com/profile/08225131528760700357noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7786986.post-62896468630786096902008-07-13T21:49:00.000+02:002008-07-13T21:49:00.000+02:00Laetitia Casta, Carla Bruni... Benvolgut Botella...Laetitia Casta, Carla Bruni... Benvolgut Botella ho has d'admetre ¡¡¡També t'agraden les pijas!!! Per tant, cal un post sobre la qüestió. Sense excuses, li vas dedicar un a les suicide girls.<BR/><BR/>Respecte a la Bruni t'engaxo aquest article. Rercorda que en el seu primer disc está la cançó "Raphaël"<BR/><BR/>Una venganza de novela<BR/><BR/>La hija de Bernard-Henri Lévy se inspira en la ruptura con su marido, que la abandonó por la ex modelo Carla Bruni, para su segundo libro<BR/>El Mundo 1 /03/2004<BR/><BR/>PARIS.- Tiene que ser muy doloroso que te birlen el marido, peor todavía si la autora del robo es una criatura de belleza perfecta, ex top model internacional, y más atroz aún si la ladrona se recicla con rotundo éxito como cantante y vende cientos de miles de discos con un tema que lleva el nombre de su nuevo -y tu antiguo-amor. <BR/>Eso es más o menos lo que le ha ocurrido a Justine Lévy y lo que le ha inspirado su segunda novela, una obra que es la comidilla de la élite intelectual y artística que queda en Saint-Germain-des-Prés.Y es que Justine, de 29 años, es la hija del filósofo Bernard-Henri Lévy y la mujer que fue abandonada por Raphaël Enthoven, actual compañero de la modelo y cantante revelación Carla Bruni. ¿Me siguen? Titulado con cierta ironía Rien de grave (Nada grave), el libro cuenta la historia con indudables cualidades literarias, pero lo más seguro es que la mayoría de los lectores se vuelque en él en busca del morbo autobiográfico. <BR/>Justine Lévy forma parte de esa clase de «pobres niños ricos» que parece abundar últimamente en Francia. (Hace apenas dos semanas publicaba un libro entrevista otro desgraciado hijo, Guillaume Depardieu). <BR/>La hija de Bernard-Henri Lévy creció en el Barrio Latino cuando éste era ya más sinónimo de burguesía que de vanguardia, estudió en buenos colegios y tuvo un padre afectuoso que le ayudaba con los deberes y prodigaba consejos como «tres libros a la semana» o «no pongas nunca el amor en el puesto de mando». <BR/>Menos estabilidad encontró del lado de su madre, Isabelle Doutreligne, hija de aristócratas bretones venidos a menos, que fue una hermosa modelo pelirroja antes de convertirse en militante feminista, caer en la trampa de las drogas y pasar una temporada en la cárcel. <BR/>Cuando Justine tenía tan sólo cuatro años, Isabelle tuvo al menos la lucidez de confiarla a su padre y a su abuela paterna, consciente de que tendría una infancia más feliz con ellos. <BR/>A los 17 años, haciendo caso omiso de las consignas de independencia de su padre, la chica se enamoró perdidamente de otro adolescente, Raphaël Enthoven, hijo de un editor y gran amigo de Bernard-Henri Lévy, Jean-Paul Enthoven. Enseguida empezaron a vivir juntos y Justine tenía apenas 22 años cuando se casaron, para regocijo de las familias de ambos, un año después de publicar su primera novela Le rendez-vous (La cita), que fue calificada de «prometedora» por la crítica y le valió una invitación al prestigioso programa literario de Bernard Pivot. Raphaël, antiguo alumno de la no menos prestigiosa Escuela Normal Superior, preparaba los éxamenes para ser profesor de Filosofía. <BR/>Hasta aquí, todo verdad. En la novela encontramos los mismos personajes, aunque Justine se llama Louise, Raphaël recibe el nombre de Adrien y Carla Bruni, como veremos más adelante, ha sido rebautizada como Paula (y en ocasiones Terminator). <BR/>El libro comienza con el entierro de la adorada abuela de Justine/Louise y sigue con el descubrimiento de que la madre de la protagonista está enferma de cáncer. El resto no es más ligero. Preparen los pañuelos. <BR/>Al lado de su atractivo y ambicioso marido, obsesionado con emular a su suegro, nuestra heroína se siente torpe e insegura. Su malestar no hace más que agravarse cuando él la convence para que aborte al descubrir que está embarazada de cinco meses. Justine/Louise intenta infundirse aplomo a base de un cóctel de anfetaminas y tranquilizantes, sin que nadie a su alrededor repare en su adicción a los medicamentos durante dos años. <BR/>Resultado: cuatro meses de estancia en un centro de desintoxicación.Cuando por fin empieza a ver la luz al final del túnel, su marido le anuncia que se marcha con otra. <BR/>Ni Raphaël/Adrien ni Carla/Paula salen engrandecidos del libro.La modelo irrumpe en la vida de la pareja durante unas vacaciones, como pérfida novia del padre de él y en plan comehombres: «Yo no necesito a nadie y a los hombres los castro enseguida», dice, mientras el infantil y vanidoso Adrien se ríe de Louise cuando ésta se irrita ante los coqueteos de la intrusa con su marido: «Pero mi amor, ¡no te vas a poner celosa de mi madrastra!». <BR/>Es el propio Adrien quien le asegura, además, que el rostro perfecto de la top model ha sido diseñado por ordenador y es fruto de los esfuerzos de un hábil cirujano plástico. La autora no se priva de ningún recurso para ajustar cuentas al infiel y a la bruja, como la llama también. ¿Venganza o licencia literaria? Pero al final Nada grave hace honor a su título, y la protagonista aprende que todo pasa, hasta los mayores desengaños. <BR/>«Así es la vida, un día dejaré a Pablo (se refiere a su nuevo amor) o Pablo me dejará. Preferiré a otro o él se acabará cansando de mí, y será triste pero no será trágico», dice al final de la novela. «La vida es un borrador, finalmente, y cada historia es un borrador de la siguiente». <BR/>LO DICHO Y HECHO <BR/>«La tristeza pasará, como la felicidad, como los recuerdos que se olvidan para sufrir menos» <BR/>1974: Nace en París, hija del filósofo Bernard-Henri Lévy y de la ex modelo Isabelle Doutreluigne. 1978: Su madre la deja al cuidado de su padre para que crezca en un ambiente más estable.1991: Se enamora de Raphaël Enthoven, hijo de un gran amigo de su padre. 1995: Publica su primera novela y es invitada al programa literario de Bernard Pivotk. 1996: Boda con Raphaël. 2001: Divorcio.Raphaël se une a la modelo Carla Bruni, con la que tendrán un hijo. 2004: Publica la novela Rien de grave.Anonymousnoreply@blogger.com