1/1/14

el tecnopop chanante de Ojete Calor

Todos aquellos sin sentido del humor pueden ahorrarse leer esta crítica: Ojete Calor no es su grupo; el resto, puede seguir. Allá vamos: formado hace siete años por el actor y dibujante Carlos Areces (letras) y el actor y músico Aníbal Gómez (letras y música, mitad de Rusty Warriors), este dúo se curtió en las fiestas chanantes que montaban sus colegas Joaquín Reyes y compañía. Entre el divertimento y la performance, Ojete Calor es un paso más en la invasión audiovisual de esa mafia albaceteña que tantas alegrías nos ha proporcionado.

Ellos mismos dicen que lo suyo es el “subnopop”, y ese reconocimiento y franqueza les honra: otros, con muchas más pretensiones, se escudan tras el “soy-indie-y-todo-vale-aunque-sea-una-puta-mierda”. Más allá de la anécdota, “Delayed!” (Ojete Calor-Universal, 2013) acumula en su sonido (y en su estética) influencias que incluyen a Fangoria, Nancys Rubias, Almodóvar & McNamara, Sigue Sigue Sputnik, Manos de Topo (cuando se pone más anormal, Areces suena como su cantante), Chimo Bayo, Pet Shop Boys, Prince, Rammstein, Kraftwerk, Parade (la afición por la ciencia ficción), Chico y Chica, Los Ganglios e Hidrogenesse.

Si a ello le sumamos sus referentes a la cultura pop entendida en el sentido más amplio (cine, televisión y cómic, pero también prensa del corazón), sus letras absurdas y sus juegos de palabras (“11-S y 11 aquel” o “Y ahora, un Han Solo de piano”), tenemos un producto muy digno, con hits irresistibles de la categoría de “Ojete Calor” (una declaración de intenciones de lo que les gusta), "0’60" (un repaso a las frases tópicas, del tipo “el rey es campechano” o “la dieta mediterránea es la más sana”), “Cuidado con el cyborg (Corre, Sarah Connor)” (basado en la saga “Terminator”) o “Política” (con un sample de José Luis Rodríguez Zapatero, usando de forma creativa las palabras “largo” y “duro”).

De la base musical se encargan dos miembros del grupo Chucho, Javier Fernández (también en Putilatex) y Miguel Ángel Gascón, elaborando un tecnopop bailable que a veces se arrima al rap (“Me queda bien lo que me pongo”, escrita “en solidaridad con Ana Torroja, cansada de hacer de hombre en tantas canciones”), al electro (“Fin de curso”, un tema de Insulina y las Ponny Girls, otro proyecto anterior de Aníbal), al reggaetón (“Musicote including Paraíso”), al house (“Viva el progreso”), al funk (“Tradiciones americanas”) y al pop de la movida (“Ultrapreñada”, también de Insulina), para culminar con la versión de “Rigodón” (sintonía de la serie de dibujos “La vuelta al mundo de Willy Fog”). Demostrado empíricamente: “Delayed!” es la banda sonora ideal para un viaje en coche a Beniyork… perdón, Benidorm.

Para comprobarlo, aquí está uno de sus grandes éxitos, "0'60":