21/4/12

el peso de la voz de Levon Helm

El pasado jueves, 19 de abril, murió a los 71 años Levon Helm, el batería y cantante de The Band, entre muchas otras cosas. Aunque con retraso, le rendimos homenaje con la crítica de uno de sus mejores discos en solitario, “Dirt Farmer”, publicado en 2007 en el sello Vanguard.

Quién podría imaginar que tras recuperarse de un cáncer de garganta y del incendio que casi acabó por completo con su estudio de grabación, Levon Helm volvería a editar un disco. Pero el antiguo batería de la mítica The Band no solo ha grabado su primer álbum en estudio como solista en veinticinco años, sino que, además, Dirt Farmer es excelente.

Con la coproducción de su hija Amy (del grupo Ollabelle, varios de cuyos componentes también colaboran) y del multiinstrumentista Larry Campbell (guitarrista habitual de la banda de Bob Dylan), Levon rinde tributo a su familia, con canciones tradicionales que aprendió de niño en la Arkansas rural.

A pesar del carácter vetusto de la mayoría del material (por la época en la que fue compuesto), el álbum no suena retro en absoluto, sino con la misma pátina de modernidad –moderada, eso sí– que Ollabelle impone a sus grabaciones, en una hábil combinación de instrumentos eléctricos, junto a acordeones, violines y mandolinas, y efectivas armonías vocales. Eso sí, la peculiar voz de Levon no desentonaría en las grabaciones de campo de Alan Lomax de los años veinte y treinta.

En Dirt Farmer, Helm rescata cánticos bluegrass (False Hearted Lover Blues, Little Birds, Blind Child, Anna Lee) y cajun (The Girl Left Behind, el vals Poor Old Dirt Farmer), junto a adaptaciones de la Carter Family (Single Girl, Married Girl) y J.B. Lenoir (el blues gospel Feelin’ Good). Pero también flirtea con material más contemporáneo, e interpreta grandes versiones de The Mountain de Steve Earle, Wide River To Cross de Buddy & Julie Miller, y el country-blues Got Me a Woman de Paul Kennerley.

Como decía al principio, nadie habría apostado un euro por el regreso de Levon Helm, y sin embargo Dirt Farmer es un retorno por todo lo grande.

Aquí tenemos a Levon en el Ryman Auditorium de Nashville, en 2011, interpretando uno de los temas del disco, Anna Lee.

11/4/12

el planeta del amor de Jim Lauderdale

Es uno de los mejores intérpretes y compositores supervivientes del movimiento de los nuevos tradicionalistas. A su innata versatilidad hay que añadir su carácter prolífico, y en los últimos tiempos se está superando. “Mi diversidad supone un reto para aquellos que necesitan etiquetarme”, reconoce. En un día como hoy, en 1957, Jim Lauderdale nacía en Troutman, Carolina del Norte. Para celebrar sus 55 años, recordamos la crítica de uno de sus mejores discos, The Other Sessions (Dual Tone, 2001).

Primer paso: cogemos a un excelente compositor (autor de joyas como Planet Of Love y de temas interpretados por George Strait o Patty Loveless), además de excelso cantante e intérprete versátil (del roots rock al bluegrass, del blues al folk contemporáneo). Segundo paso: le damos un repertorio con canciones que reúnen lo mejor del sonido Bakersfield de Merle Haggard y Buck Owens, aunque han sido compuestas en la actualidad, con un envoltorio donde brillan las steel guitars. El resultado: The Other Sessions de Jim Lauderdale.

El cantante de Carolina del Norte nunca antes había grabado un disco de honky tonk tan puro y duro como este, con temas coescritos con autores de la talla de Harlan Howard, Melba Montgomery, Kostas y Leslie Satcher, y con una banda que congrega al legendario pedal steel Bucky Baxter, Stan Lynch (de los Heartbreakers de Tom Petty), Billy Bremner (de Rockpile), Gary Tallent (de la E-Street Band) y la violinista Tammy Rodgers.

Estas “otras sesiones” incluyen momentos brillantes como If I Were You, Honky Tonk Haze, What’s On My Mind; las tremendas baladas Merle World, You’ll Know When It’s Right, It’s Not Too Late, I’d Follow You Anywhere; o el memorable himno para camioneros Diesel, Diesel, Diesel.

La mejor descripción de The Other Sessions es la que afirma que este es “el disco country que Elvis nunca habría podido grabar aunque quisiera, y el disco de rock que Merle Haggard ha intentado hacer desde los años ochenta”.

Aquí tenemos uno de los grandes temas del disco, If I Were You, en directo:

9/4/12

la segunda de "Treme", a la venta

Los fans de "Treme", que son muchos, están de enhorabuena este mes, por dos motivos muy sencillos: en primer lugar, la edición en España este martes 10 de abril de la segunda temporada de la serie en DVD/Blue-ray.

Además de los once episodios, el pack incluye, entre otros, los siguientes extras:  Behind Treme: Food For Thought; Behind Treme: Clarke Peters & The Mardi Gras Indians; The Art Of Treme; The Music Of Treme.

Por otra parte, para el 17 de abril está prevista (en Estados Unidos) la publicación del segundo volumen de la banda sonora de la serie. Como ya pasó en el primer volumen, el disco refleja la riqueza estilística de Nueva Orleans, con estilos como brass band, roots rock, jazz tradicional, cajun, rap y rhythm’n’blues, con una especial atención a los pianistas de la ciudad (Henry Butler, Jon Cleary, Dr. John, Tom McDermott, David Torkanowsky). Entre las sorpresas, hay que destacar la colaboración entre Galactic, Dirty Dozen Brass Band y el rapero Juvenile.

El álbum, editado por Rounder, incluye los siguientes temas:

1. New Orleans After The City – Hot 8 Brass Band
2. From The Corner To The Block – Galactic, Dirty Dozen Brass Band, Juvenile
3. Carved In Stone – The Subdudes
4. Sisters – John Boutté
5. Spring Can Really Hang You Up The Most - David Torkanowsky & Lucia Micarelli
6. Heavy Henry – Tom McDermott
7. Mama Roux – Henry Butler
8. (Every Time I Hear) That Mellow Saxophone – Cyril Neville & Tribe 13
9. Take It To The Street – Rebirth Brass Band
10. Road Home – DJ Davis & The Brassy Knoll
11. Oye, Isabel – The Iguanas
12. Long Hard Journey Home – The Radiators
13. Carnival Time – Al “Carnival Time” Johnson & The Soul Apostles
14. La Danse de Mardi Gras – Steve Riley, Steve Earle, Eunice Revellers
15. Ferry Man – Aurora Nealand & The Royal Roses
16. Frenchmen Street Blues – Jon Cleary
17. Hu-Ta-Nay – Donald Harrison & Friends
18. You Might Be Surprised – Dr. John

6/4/12

los 75 de Merle Haggard

Tal día como hoy, en 1937, nacía Merle Haggard, uno de los creadores del sonido Bakersfield. Para celebrar sus 75 años, recordamos la crítica de uno de sus álbumes del presente siglo, If I Could Only Fly (2000), su debut para el sello ANTI-/Epitaph.

La pregunta es obvia. ¿A un artista tan legendario como Merle Haggard, autor de 38 números 1 (entre ellos, Okie From Muskogee, Mama Tried y Hungry Eyes), y ganador de numerosos premios, le queda algo por ofrecer? La respuesta es sencilla y contundente: por supuesto.

Haggard es el único intérprete de country que ha aparecido  en la portada de la biblia del jazz, ‘Downbeat’;  y el único artista que ha tocado invitado tanto en la Casa Blanca como en la prisión de San Quintín. Sus primeros años estuvieron marcados por la delincuencia y su estancia en chirona, hasta que en 1962, al salir de San Quintín, se dio cuenta de que esa vida no le llevaría a nada y se lanzó a cantar. La cosa funcionó: sus canciones han sido grabadas por artistas del rock como Elvis Costello o Grateful Dead, y hasta la tripulación del Apollo 16 llevaba una cinta suya.

Tras algunos conflictos con su anterior discográfica y problemas monetarios y alcohólicos, a sus 63 años Merle retoma el control de su carrera, y ha publicado su primer disco fuera del establishment, en un sello punk-rock de Los Ángeles. El resultado es brillante, y pone en evidencia que conserva su excelente voz nasal y profunda, y su buen gusto a la hora de fundir el country con las influencias del jazz, el blues y el folk.

Grabado junto a su banda The Strangers, el nuevo disco de Haggard es un trabajo reflexivo, con letras brutalmente honestas sobre momentos de su vida (la carretera, la madurez personal) que reflejan las influencias que le han caracterizado.

El veterano intérprete se mueve con soltura por el honky tonk borrachuzo (Honky Tonk Mama, con un tórrido solo de saxo); los sonidos fronterizos (Crazy Moon, con una deliciosa guitarra española); el folk (If I Could Only Fly); el western swing (el trotón Bareback, con un violín jazzy protagonista, o Proud To Be Your Old Man, donde el piano tiene una mayor presencia); las canciones de cowboys -la deliciosa nana (Think About A) Lullaby-; la evocación de la rebeldía outlaw de los sesenta (I'm Still Your Daddy, Thanks To Uncle John); o las baladas honky tonk (la tremenda Turn To Me o Listening To The Wind).

¿Puede retirarse un personaje como Merle Haggard? ¿Puede privarnos de sus canciones y de su voz? La respuesta es tajante: un rotundo no.

Aquí tenemos a Merle con The Strangers en el año 2000, interpretando una medley de dos de las canciones del disco, Leavin’s Getting Harder y Bareback (sí, no hagáis caso del título que aparece impreso sobre el vídeo), en el programa de Jay Leno.

4/4/12

lo que nadie dice del nuevo clip de David Lynch

La idea no es nueva, y las primeras muestras se remontan a 2008. A alguien se le ocurrió un concepto brillante: coger un videoclip archiconocido y substituir la letra original de la canción por otra que describiera, de forma literal y detallada, lo que se veía en las imágenes. Es lo que se etiquetó como “vídeos literales”.

El experimento se probó en todo tipo de clips: al principio empezó con canciones malas o acompañadas de un vídeo horroroso (o ambas cosas a la vez), con clásicos de los ochenta como el famoso Take On Me de a-ha –uno de los peores grupos de la historia y que, cosas de la vida, en su momento fue considerado una obra maestra de la creatividad–, el Head Over Heels de Tears For Fears –otra banda para la posteridad-, o el Total Eclipse Of The Heart de Bonnie Tyler.



Más tarde, la broma se extendió a grupos de los considerados intocables, y ni siquiera los Beatles escaparon al tratamiento literal en los vídeos de sus canciones Penny Lane y Strawberry Fields Forever.



Y no solo llegó a artistas contemporáneos, como Lady Gaga con su Just Dance o Beck con Loser, sino que se aplicó a videoclips –estos sí– considerados ejemplares por su realización, como el Sabotage de Beastie Boys.



Y llegamos a Crazy Clown Time, el nuevo videoclip interpretado y dirigido por David Lynch. De entrada, la mayoría de la gente queda impactada con las turbadoras imágenes, mezcla de violencia y de sexo, tan características del estilo visual del realizador. A quien haya visto cualquiera de sus películas le resultará familiar esa atmósfera insana y angustiosa, poblada de personajes al borde de la locura. Pero Lynch es mucho más perverso, y no iba a poner las cosas tan fáciles, tan evidentes…

En efecto, la fuerza de las imágenes de Crazy Clown Time es tal que en lo que menos se fija uno es en la música (bueno, es imposible resistirse a esa percusión enfermiza) y, menos aún, en la letra… hasta que en la segunda o tercera visión del vídeo (bueno, ejem, en mi caso lo descubrí a la primera), te das cuenta de que la letra de la canción describe palabra por palabra las imágenes.

¿Qué no te lo crees? Pues ahí va la letra:

Paulie had a red shirt
Paulie had a red shirt
Susie, she ripped her shirt off completely
Paulie he had a red shirt
Paulie he had a red shirt
Susie, she ripped her shirt off completely

Danny poured the beer
Danny poured beer all over Sally
Danny poured the beer
Danny poured the beer
Danny poured the beer all over Sally

Buddy screamed so loud an’ spit
Buddy screamed so loud an’ spit
We all ran around the backyard
We all ran around
We all ran around the backyard
It was crazy clown time
Crazy clown time
It was crazy clown time
Crazy clown time
It was crazy clown time
It was real fun

Petey lit his hair
Petey he lit his hair
Petey lit his hair
On fire

Danny spit on Susie
Paulie sat and chugged two beers
Timmy jumped all around so high
Timmy jumped all around so high
Timmy jumped all around

Paulie had a red shirt
Susie had hers off completely
Paulie he had a red shirt
Susie had hers off completely
Danny poured beer all over
Buddy screamed so loud an’ spit
Buddy screamed so loud an’ spit
We all run around
We all run around
We all run around
Backyard

It was crazy clown time
It was really fun!
It was real fun

Y ahora haz el experimento de ver el vídeo y leer la letra al mismo tiempo.



¿Qué ha ocurrido? Que nuevamente David Lynch nos ha tomado el pelo de forma brillante, como está acostumbrado a hacer, dándole la vuelta al concepto de “vídeo literal”. Tratándose de un artista multidisciplinar como él, es difícil saber si cuando escribió la canción ya pensaba en el vídeo. Pero es más plausible creer que ha querido hacer su propio vídeo literal, solo que a la inversa. Nos la has metido doblada otra vez, cabroncete… Eso sí, como siempre, el placer es inmenso.