10/4/14

francotirador… y a mucha honra

En el programa de anoche de ‘Alaska y Coronas’ (La 2), la cantante de Fangoria hizo un comentario con el que estoy totalmente de acuerdo: afirmaba que antes la gente publicaba fanzines donde hablaba de las cosas que le gustaban y que su equivalente actual eran los blogs. Esa reflexión me hizo recordar que hacía unos meses había escrito un post para museu del rock que, por el motivo que fuera, dejé “congelado” para publicar en el futuro. Ese día ha llegado.

El 29 de enero de 2008, hace algo más de cinco años, nacía este blog. Desde entonces he publicado un total de 330 posts (331, si contamos este). Sí, un número más bien bajo para tanto tiempo y del que no me siento especialmente orgulloso si lo comparo con la actividad de muchas bitácoras.

Pero para mantener vivo un blog (y, sobre todo, uno de estas características) se necesita algo que, en estos momentos, no me sobra precisamente: tiempo. Solo hace falta echar un vistazo al número de entradas de 2008: nada más y nada menos que 173. Si las comparamos a las solo ¡12! de 2010, es evidente que en estos años ha pasado algo. Dejando aparte la ilusión inicial cuando empiezas un proyecto de estas características, que te lleva a publicar día sí, día también, en ese lejano 2008 vivía uno de los momentos profesionales más felices, recién inaugurada mi condición de profesional autónomo, ganándome bien la vida, trabajando para varios clientes desde casa, sin horarios ni jefes, y con una gestión del tiempo mucho más eficiente que redundaba en una mayor productividad en todos los sentidos (todo el que trabaje en estas condiciones sabe a qué me refiero: la calidad de vida -al menos en cuanto a tranquilidad de espíritu- es inmejorable).

Tal vez (y digo tal vez) si este blog hubiera mantenido su planteamiento inicial de diario personal o memorias, esto me hubiera permitido publicar más asiduamente, porque un diario es sencillamente eso: transmitir ideas, pensamientos, sin más florituras… Pero pronto me dí cuenta de que eso no me bastaba, y de un período inicial durante el cual me dediqué a repasar mis experiencias profesionales (destapando los trapos sucios de algunas empresas) pasé a colgar críticas de discos y conciertos, entrevistas, listas de lo mejor del año y reportajes. Y eso, para que tenga gracia, debe hacerse utilizando todos los medios (imagen y sonido) que la red pone a nuestro alcance: no solo texto y fotos, sino también hiperenlaces y, sobre todo, audio y vídeo. No voy a descubrir nada del otro mundo si digo que todo ese trabajo requiere su tiempo…y encima intento tiendo a ser perfeccionista y a no dejar ningún cabo suelto…

Hace unos meses, cuando repasaba el blog con su nueva imagen (tras la desastrosa experiencia de probar las plantillas dinámicas de Blogger), pensé que realmente incluía contenidos que no ha publicado ninguna revista en papel ni ninguna web: aunque peque de autobombo y falta de modestia, en museu del rock se han podido leer antes que en ningún lugar artículos sobre series de culto como Californication, Perdidos, Hijos de la anarquía, True Blood y, sin ninguna duda, el artículo más profundo y más riguroso sobre Treme escrito en este país.

Eso, sin contar la incorporación de géneros periodísticos como las microcríticas de discos, los artículos más personales sobre músicos como Willy DeVille, Steve Earle o Howe Gelb, además de desenmascarar a farsantes como Ferran Monegal, Xavier Sala-Martín, Esteban Linés o Jordi Tardà. Y no querría dejar de citar extensos reportajes que solo habrás podido encontrar aquí, como los dedicados a la relación entre superhéroes y rock o a las bandas sonoras de Quentin Tarantino. Artículos que no podrían haberse publicado en ningún medio impreso ni digital por una sencilla razón: los he escrito como he querido, sin límite de extensión ni de medios (audio, vídeo…), sin que nadie me censurara ni me cambiara una coma. Creo que con mi experiencia profesional tengo el suficiente filtro de calidad y, además, qué diablos, este es mi blog y estas son mis reglas. Es el placer de escribir para uno mismo.

Y es que ya estoy harto de que la gente diga de forma despectiva: “¡Si quiere, que lo escriba en su blog!”. ¿Qué significa eso? Un momento, hay mucha calidad ahí fuera: existe una gran cantidad de blogs que publican artículos y opiniones mucho más valiosos que los que pueden leerse en la prensa “convencional”. En las últimas semanas, por ejemplo, he leido una gran cantidad de artículos sobre la serie True Detective de una profundidad y un análisis ausentes en cualquier publicación escrita. Así que ya está bien de criticar, denigrar, destrozar, vejar e insultar a los blogs. ¿A qué viene esa rabia contra los blogs? No recuerdo que en la época de los fanzines -que a) estaban muchísimo peor hechos desde un punto de vista estético y de rigor informativo; y b) su calidad era muy discutible (por no decir infame)- hubiera esa actitud tan hostil… ¿O es que, en el fondo, sus detractores envidian su libertad, su inmediatez, sus herramientas ágiles? Y lo curioso es que muchos de esos detractores empezaron, precisamente, con fanzines "de chichinabo", utilizando la terminología de Joaquín Reyes.

Por no hablar del creciente fenómeno de periodistas musicales de prestigio –Jordi Bianciotto, Ramon Súrio, Ignacio Julià, Rafa Cervera, Patricia Godes, César Luquero y un largo etcétera- que se han liado la manta a la cabeza y han creado su propio blog. ¿Qué motivos les han llevado a hacerlo? …y descartamos el económico, porque desgraciadamente es difícil obtener ganancias. ¿Cuál es entonces el valor principal: la libertad para escribir, la satisfacción personal? Es evidente que algo está pasando, y el que no quiera verlo está ciego. La proliferación de esta guerrilla de francotiradores –entre los que me incluyo- es una consecuencia directa del desprecio de las empresas por nuestro trabajo, viéndonos sometidos a sueldos miserables, por no decir insultantes, y del maltrato al que nos somete la industria, ahogada en su propio vómito, cada vez más ineficaz. ¿Qué sentido tiene la "delegación española" de un sello cuando internet te permite contactar directamente con el artista o con la oficina principal ubicada en Londres, Los Ángeles o donde sea?

Bueno, quitémonos la máscara. Solo hay algo que echo de menos con este blog: conseguir llegar a más gente, tener más lectores/seguidores porque, sinceramente –y no quisiera que se malinterpretara como una falta de modestia- creo que vale la pena y en él puedes encontrar contenidos que no podrás ver en ningún otro lugar o, al menos, con la calidad que aquí poseen. Porque esa sensación de “escribo para mí y para mis amigos” no deja de ser frustrante, sobre todo cuando tienes tantas cosas que contar y, encima, sabes contarlas tan bien. Y repito, no soy un caso único: los antes mencionados y muchos más han conseguido con sus blogs mantener un nivel de calidad que difícilmente encontrarás en otros lugares. Soy uno de esos idealistas que siguen pensando que la unión hace la fuerza (sí, ya sé que es una expresión un tanto tópica), y creo que todos los francotiradores deberíamos hacer algo.

Por último, espero que nadie interprete este post como un aviso de que tiro la toalla y cierro el museu del rock… Todo lo contrario. Recuerda el lema de este blog: “The power of words, don’t take it for granted”.