13/11/11

los Cowboy Junkies, volviendo al lugar del crimen

Estos días andan de gira por España los Cowboy Junkies. Por eso es oportuno recordar Trinity Revisited (2008), el disco donde los canadienses revisitaron (y valga la redundancia) su carismático The Trinity Sessions, volviendo al lugar del crimen.

Hay momentos que parecen irrepetibles. Hace veinte años, Cowboy Junkies se plantaron en una iglesia de Toronto (The Church of the Holy Trinity), y en un solo día y con un único micrófono grabaron el álbum The Trinity Sessions (1988), posiblemente su mejor trabajo.

Para celebrar el veinte aniversario de ese legendario disco, el grupo canadiense ha vuelto al mismo escenario, pero esta vez con varias cámaras y un puñado de amigos, para volver a interpretar íntegramente y en el mismo orden las canciones de The Trinity Sessions.

El nuevo acercamiento que propone Trinity Revisited a ese material ya conocido tiene dos valores añadidos: por un lado, la experiencia adquirida por Margo Timmins y sus compañeros a lo largo de dos décadas, que enriquece los matices de las canciones y en algunos casos los amplía (como ese Sweet Jane de Lou Reed de más de ocho minutos).

Y por otro, el talento de los amigos que colaboran con los Cowboy Junkies: Natalie Merchant (solista en To Love Is To Bury), Jeff Bird, Ryan Adams (solista en 200 More Miles) y, sobre todo, Vic Chesnutt, estremecedor en Postcard Blues, en Blue Moon Revisited, en el I'm So Lonesome I Could Cry de Hank Williams, y en el Dreaming My Dreams With You de Waylon Jennings.

Desde el tradicional cántico a capela Mining For Gold que abre el disco, hasta el honky tonk de Patsy Cline Walking After Midnight que lo cierra, Trinity Revisited es una delicia de principio a fin. Y más aún, si se tiene en cuenta que incluye un DVD con todo el concierto y un documental.