29/12/12

lo que más me gustó de 2012 (y 7)

La nueva mutación de Howe Gelb, acontecimiento del año (Fotos: Davinia López)

CONCIERTO 

Giant Giant Sand – Lido, Berlín, 22 de agosto

¿Poner como mi concierto favorito del año el de un grupo que ni siquiera ha pasado por escenarios españoles (y que difícilmente lo hará, por lo que supone contratar a una banda tan numerosa y que, ay, además no es lo suficientemente cool)? Bueno, es una osadía, pero es mi decisión.

Se llaman Giant Giant Sand, pero sería más apropiado denominarlos como Howe Gelb’s Big Band o The Howe Gelb Orchestra, porque con esta formación el de Arizona consigue su aspiración de jazzman al erigirse como director musical de una big band (en todos los sentidos, numérico y artístico) como las de Duke Ellington o Count Basie.

Y lo tiene fácil: un grupo de excelentes solistas de estilos diferentes que se van turnando –del pop perfecto de Brian Lopez a la peligrosa candidez de Lonna Kelley (impecable su versión del “The End Of The World” de Skeeter Davis), del sabor fronterizo de Jon Villa (aplausos para su adaptación al hardcore tex-mex del “Porque te vas” de Jeanette) al mestizaje bien entendido de Gabriel Sullivan- para crear esa ópera country-rock que es “Tucson”, uno de los mejores álbumes del año, por cierto.

Todo y todos sirven para enriquecer el complejo discurso sonoro de Gelb, siempre sorprendente, entre la torch song a piano, contrabajo y trompeta y el desenfreno fuzz más ruidoso exprimiendo todas las posibilidades de una pedalera, un micro trucado y un órgano apabullante.

Un día se le hará justicia y será reconocido como uno de los más grandes, por su capacidad de mutación, su inquietud sin límites y su resistencia a ser encasillado. Y por esa actitud de niño juguetón en el escenario que lo hace imprevisible, lejos de las poses pretenciosas y profundas, de los que pretenden cambiar el mundo o hacer reflexionar, de los artistas amargados con afán de malditismo.

Aquí se trata de pasarlo bien, ni más ni menos.